En esta entrada, quiero tratar la
empresa de supermercados DIA. Como todos sabréis, DIA es una empresa
multinacional, que se dedica a la distribución mayorista de bienes de consumo a
través de supermercados, algunos propios y otros en franquicia. La empresa fué
adquirida en su totalidad por Carrefour en el año 2.000, si bien en el año
2.011 la compañía francesa volvió a sacar al parque bursátil, a la española.
A finales del año 2016, me fijé
en esta empresa para invertir en bolsa.
Entre las características que mas me llamaron la atención fué la del
crecimiento continuado de sus ventas, del margen EBITDA (margen antes de
intereses e impuestos), y el crecimiento continuado del flujo de caja, es decir
cada vez tenía mayor capacidad para generar tesorería.
A pesar de que la empresa cada
vez tenía mejores números, sus acciones no paraban de bajar, y
las posiciones bajistas eran de las mas altas del IBEX 35.
No obstante, si hubo dos puntos
que me llamaron la atención muy negativamente. Por un lado, un alto periodo medio de
pago, es decir el tiempo que tarda en pagar a los proveedores. Es cierto, que
es una practica habitual en este negocio, pagar a tus proveedores, casi cuando
ya has vendido tu mercancía a los clientes, por lo que te financias gratis.
El otro punto que me llamo la
atención. fue la enorme deuda que había contraído tras la adquisición de
tiendas a Eroski, y del grupo El árbol. Lo peor de esta deuda, es que era a
corto plazo, es decir tenía que hacer frente a la misma en menos de un año. No
obstante, y observando sus ratios de liquidez, no se le presuponía problemas
para hacer frente a sus pagos.
Finalmente, y tras realizar mi
estudio, decidí entrar en la empresa, a un precio cercano a los 4,50 Euros. Sin
embargo, solo seis meses después, decidí vender las acciones con ciertas
ganancias, debido a ciertos detalles que no detecté en un principio, y datos
que empeoraron al presentar los datos completos del ejercicio 2016.
En aquella época, atrajo mi interés los continuos artículos de prensa, que aludían a las denuncias
de los franquiciados, que afirmaban que habían sido estafados. No daba buena espina. A las pocas semanas, y con los datos de las cuentas anuales, llamaba
poderosamente la atención, como los costes financieros “se comían” una tercera
parte de sus beneficios,
y esto me sonaba... Uno de los objetivos principales de la compañía era la
de reducir la deuda, y lo consiguieron.
Redujeron la deuda un 0,7%, pasando de 1.132 millones de Euros a 1.123
millones de Euros. Una tomadura de pelo.
Además, destacaba la baja
rentabilidad que obtenían en países emergentes, situándose en un rango del 2%,
a diferencia del 8% que tiene en la península ibérica. Márgenes famélicos que
no hacían presagiar nada bueno.

En abril, Fridman lanzó una OPA a 0,67 Euros, cuando hace solo unos meses, el precio de las acciones estaba en el entorno de los cinco euros. Gracias a esta OPA, muy criticada por muchos accionistas y letrados, por la forma en la que tuvo lugar, este ruso se hizo con cerca del 75% del capital, tras desembolsar 170 millones.
Solo unos meses mas tarde, en noviembre de 2019, se hizo una ampliación de capital de 600M de Euros, diluyendo las acciones de Dia. En este momento las acciones de DIA, cotizan en torno a 0,10 Euros pro acción.
La estrategia del grupo pasa por cerrar más de 200 tiendas en España, en un principio las menos rentables, y reformar el negocio, Esperemos que la compañía logre sobrevivir, y creo que lo hará, pero a costa de mucho trabajo y empleos.
Alejandro Sánchez de Ibargúen