lunes, 30 de diciembre de 2019

Otra empresa en peligro: DIA


En esta entrada, quiero tratar la empresa de supermercados DIA. Como todos sabréis, DIA es una empresa multinacional, que se dedica a la distribución mayorista de bienes de consumo a través de supermercados, algunos propios y otros en franquicia. La empresa fué adquirida en su totalidad por Carrefour en el año 2.000, si bien en el año 2.011 la compañía francesa volvió a sacar al parque bursátil, a la española.

A finales del año 2016, me fijé en esta empresa para invertir en bolsa.  Entre las características que mas me llamaron la atención fué la del crecimiento continuado de sus ventas, del margen EBITDA (margen antes de intereses e impuestos), y el crecimiento continuado del flujo de caja, es decir cada vez tenía mayor capacidad para generar tesorería. 

A pesar de que la empresa cada vez tenía mejores números, sus acciones no paraban de bajar, y las posiciones bajistas eran de las mas altas del IBEX 35.

No obstante, si hubo dos puntos que me llamaron la atención muy negativamente. Por un lado, un alto periodo medio de pago, es decir el tiempo que tarda en pagar a los proveedores. Es cierto, que es una practica habitual en este negocio, pagar a tus proveedores, casi cuando ya has vendido tu mercancía a los clientes, por lo que te financias gratis. 

El otro punto que me llamo la atención. fue la enorme deuda que había contraído tras la adquisición de tiendas a Eroski, y del grupo El árbol. Lo peor de esta deuda, es que era a corto plazo, es decir tenía que hacer frente a la misma en menos de un año. No obstante, y observando sus ratios de liquidez, no se le presuponía problemas para hacer frente a sus pagos.

Finalmente, y tras realizar mi estudio, decidí entrar en la empresa, a un precio cercano a los 4,50 Euros. Sin embargo, solo seis meses después, decidí vender las acciones con ciertas ganancias, debido a ciertos detalles que no detecté en un principio, y datos que empeoraron al presentar los datos completos del ejercicio 2016.

En aquella época, atrajo mi interés los continuos artículos de prensa, que aludían a las denuncias de los franquiciados, que afirmaban que habían sido estafados. No daba buena espina. A las pocas semanas, y con los datos de las cuentas anuales, llamaba poderosamente la atención, como los costes financieros “se comían” una tercera parte de sus beneficios, y esto me sonaba... Uno de los objetivos principales de la compañía era la de reducir la deuda, y lo consiguieron.  Redujeron la deuda un 0,7%, pasando de 1.132 millones de Euros a 1.123 millones de Euros. Una tomadura de pelo. 

Además, destacaba la baja rentabilidad que obtenían en países emergentes, situándose en un rango del 2%, a diferencia del 8% que tiene en la península ibérica. Márgenes famélicos que no hacían presagiar nada bueno.

Pues bien, unos meses después de mi salida, un ruso llamado Fridman, a través de su fondo inversión LetterOne, se convirtió en el primer accionista de DIA, subiendo la cotización de esta como la espuma. Si bien, fué solo un espejismo, y pronto se dio la vuelta, y esta empezó a bajar constantemente. ¿La razón? Las ventas aumentaban, pero el beneficio cada vez era menor, ¿Se acuerdan de los márgenes en los emergentes?. Además tuvieron que salir de China, y sobre todo, no eran capaces de minorar la pesada losa que suponía la deuda, y sus intereses. Para empeorarlo todo, se descubrió un agujero en sus cuentas de 70 millones, y de nuevo con el visto bueno de una auditora, esta vez Deloitte.

En abril, Fridman lanzó una OPA a 0,67 Euros, cuando hace solo unos meses, el precio de las acciones estaba en el entorno de los cinco euros. Gracias a esta OPA, muy criticada por muchos accionistas y letrados, por la forma en la que tuvo lugar, este ruso se hizo con cerca del 75% del capital, tras desembolsar 170 millones.

Solo unos meses mas tarde, en noviembre de 2019, se hizo una ampliación de capital de  600M de Euros, diluyendo las acciones de Dia. En este momento las acciones de DIA, cotizan en torno a 0,10 Euros pro acción.

La estrategia del grupo pasa por  cerrar más de 200 tiendas en España, en un principio las menos rentables, y reformar el negocio, Esperemos que la compañía logre sobrevivir, y creo que lo hará, pero a costa de mucho trabajo y empleos.

Alejandro Sánchez de Ibargúen 

lunes, 23 de diciembre de 2019

Hojiblanca, Koipe, Louit o Carbonell. Deoleo la gran aceitera.

En esta entrada voy a tratar a la española Deoleo. Esta multinacional, es el grupo más grande del sector del aceite de Oliva, y propietaria de enseñas como Bertolli, marca de aceite número uno del mundo, Carapelli, Carbonell, Hojiblanca, o Koipe, entre otras muchas. Sin embargo, su situación financiera es bastante delicada. 

 

Deoleo, era la división aceitera del grupo SOS Cuétara. Esta empresa vendió la marca de arroz a Ebro Foods, por unos 200M de Euros, y Cuétara al grupo Nutrexpa por algo más de 215M. Es entonces cuando se le decidió cambiar el nombre al de Deoleo. A pesar de las grandes cantidades de dinero que había entrado en la compañía con estas operaciones, la empresa arrastraba grandes problemas de gestión, y sobre todo una deuda desorbitada.

Tras varios movimientos de capital desaparecieron los antiguos accionistas, aunque esto no supuso el final de los problemas, que han sido muy graves, como causa de disolución de la sociedad en el ejercicio 2018, aunque finalmente no se disolviese.

En el mes de septiembre, los actuales accionistas de Deoleo han tenido que desembolsar 50 millones de Euros, y además vieron reducida su participación al 51%. Entre estos accionistas, destacan el fondo de inversión británico CVC (56,4%), y varían entidades bancarias como la Fundación Bancaria Unicaja (8,98%), CaixaBank (4,99%) y Kutxabank (4,84%).

El 49% restante de la sociedad será, para varios de sus principales acreedores, transformando parte de la deuda que mantiene la compañía con ellos, en acciones. Estos acreedores dejaran de cobrar casi 283 millones de euros, en deudas que mantienen con ellos, y pasan a formar parte del accionariado de la sociedad.

Se trata de una empresa, en la que hasta el año 2015, era líder en cuota de mercado en EEUU (15,85%), seguido por la italiana Berio (11,75%). Sin embargo, la situación cambió radicalmente con la entrada en el mapa de Dcoop. Esta cooperativa de Antequera, firmaba un acuerdo con Pompeian, entrando como marca blanca, provocando que las ventas de Deoleo se desplomasen en este mercado.

En Estados Unidos se encontraban con una situación parecida a la que habían encontrado en el viejo continente. El aprovisionamiento estaba siendo muy caro, debido al alto precio del aceite de oliva, pero esta subida no la podían repercutir al cliente, ya que estos huirían a la marca blanca o a cooperativas (en el caso europeo) con menores gastos fijos, y por lo tanto, mayor capacidad de maniobra. Como resultado, margenes famélicos también en el mercado americano.

La empresa se agarra a que los precios del aceite bajen, y de momento en 2019, el aceite virgen extra lo ha hecho en un 17%. A pesar de esto, las ventas en el primer semestre del año han bajado un 17%, descendiendo desde los 304M hasta los 260M del presente ejercicio. Este dato queda camuflado en el resultado, gracias al menor coste del aceite de oliva en el año 2019. Así, los gastos de aprovisionamiento descendieron en los seis primeros meses de 2019, pasando de unos gastos de 234M en 2018, hasta 187M del presente ejercicio. Supone una bajada del 25%.

En todo caso, la compañía tiene excesiva dependencia a que el precio del aceite sea bajo. Para ello  dependen casi en exclusiva de la meteorologia. Mientras más llueva, más aceitunas, y por lo tanto, mayor será la cantidad de kilos de aceite producido. Si hay mucho aceite, el precio baja y la estructura de costes altos que tiene la compañia, si sería viable. Vaya, que la subsistencia de la compañía depende del agua, y esto es un indicador de que no se está llendo por el camino adecuado. Deberían de ser lo menos dependientes posibles de las oscilaciones del mercado.

La empresa por cierto, tiene un Ebitda negativo -4M (beneficios antes de intereses, impuestos, y amortizaciones), pero lo que realmente arruina las cuentas, son las deudas que tiene. Los intereses que tiene que pagar ascienden a -16M. Los números hasta junio del presente año son horribles, incurriendo en 12M de perdidas.

Cambiando de tema, algunos datos facilitados por la compañía son bastantes desconcertantes. A pesar de que la compañía va muy mal, han aumentado la plantilla de 574 a 646 personas en el último año, algo ilógico.

Para echar más leña al fuego, la agencia de calificación S&P, ha vuelto a rebajar su calificación crediticia hasta el nivel "CC". Sin duda un obstáculo más, para que esta empresa pueda sobrevivir.

Todos los accionistas tienen algo en común. Ninguno sabe cómo desarrollar un negocio agroindustrial como este, y desde mi punto de vista, están dando palos de ciego. Estoy convencido de que esta empresa acabará vendiendo alguna de sus marcas, a otros actores del sector y acabará desapareciendo.

Alejandro Sánchez de Ibargüen

martes, 17 de diciembre de 2019

Las marcas blancas van en contra de la innovación

Uno de los principales problemas que presenta nuestro país, es que la actividad innovadora no para de caer, y especialmente ocurre, en el sector de la alimentación. La caída ha sido del 17% en dicho sector. El motivo no es otro, que algunas de las grandes empresas de hipermercados, principalmente Lidl y Mercadona, no incorporan los nuevos productos a sus lineales. 


Mercadona, líder absoluto del mercado español con un 24% de la cuota de mercado, solo ha comercializado un 14% de las innovaciones provenientes de las marcas de los fabricantes. Esta cifra solo ha sido superada negativamente por la alemana Lidl, que comercializó un 8%. En el lado contrario encontramos a Carrefour y Alcampo con cifras del 73% y 42% respectivamente, según un estudio de “Radar de la Innovación”.

La razón por la que realizan estas prácticas es simple. Eliminas a la competencia. Las marcas blancas antes eran un complemento dentro de los lineales del supermercado. Ahora, estos productos compiten de tú a tú, con el de los fabricantes. Si el que comercializa el producto y lo fabrica es la misma empresa, obviamente intentaran beneficiar a su propia marca.

Sin embargo, estas prácticas van en contra de la Ley de la Competencia, ya que se produce una clara competencia desleal, aunque esto no es tan fácil de demostrar. Los fabricantes han intentado que se protejan más sus patentes, durante un periodo de 3 a 5 años, como ocurre en otros sectores.

 
Las grandes cadenas, prefieren copiar las ideas de los fabricantes, y ponerla en sus estanterías sin ningún tipo de vergüenza. Llámenme mal pensado, pero es que en los casos que ilustro abajo, copian claramente los formatos y colores de los productos realizados por los fabricantes.
Gazpacho Alvalle y Mercadona. Llama la atención como hasta los tomates del dibujo son iguales.

La mayonesa Ligeresa y la de Mercadona. Como en los juego para niños. Encuentre las siete diferencias...si es que existen.

 Aquí dos paquetes de arroz. Una vez más, la copia del formato y del producto es más que evidente.

Si quieren más ejemplos, vayan al Mercadona más cercano y fíjense, verán que la metodología es siempre la misma.

Otra de las artimañas de algunos supermercados, especialmente Mercadona, es la de dejar durante un tiempo los dos productos conviviendo, y después de un tiempo desaparece la marca del fabricante, perdurando la marca propia. Por supuesto, intentando que el formato de los dos sean lo más parecido posible.

Si por un casual, el cliente no “cae” en esta estratagema, se vuelve a introducir la marca del fabricante, como si no hubiera pasado nada.

Ahora os preguntareis, ¿Por qué no denuncian los fabricantes a Mercadona por estas prácticas? Pues en el caso concreto de la cadena valenciana, tiene un 25% de cuota de mercado. Con ese poder, te arriesgas a perder todos tus productos de sus lineales, si Mercadona toma represalias, y hacer que la supervivencia de tu empresa está en peligro.

Alejandro Sánchez de Ibargüen

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