Como ya comentaba, allá por el mes de noviembre, España está en quiebra. Todo se ha acelerado, pero estábamos abocados a la misma. Necesitamos
dinero, mucho. España no tiene capacidad de acudir a los mercados financieros
para pedirlos. ¿La razón?
No tenemos credibilidad ninguna. Hemos venido incumpliendo sistemáticamente todas las directrices que nos venían imponiendo desde Europa. En el año 2012, cuando España tuvo que ser rescatada, nos exigieron una seriede ajustes del lado del gasto. No se hizo ninguno. Lo que sí hizo el señor Montoro, probablemente uno de los peores y más nocivos ministros de nuestra historia, fue incrementar el ingreso fiscal. ¿Cómo? Con la mayor subida de impuestos de nuestro país, a la espera de la que nos avecina. Expolió a la clase media.
Con el gobierno socialista, como no podía ser de otra manera, las cosas no han mejorado. En el último año, por no irnos más lejos, el gobierno cerró, con un 2.9% de déficit, cuando Europa nos había marcado el 1,3%. Esto equivale a 20.000 millones de Euros, que ahora no nos podemos gastar. Era importante mantener todos los chiringuitos, de sus amigos y familiares. Ahora miles de empresas, micro pymes en su mayoría, están al borde del colapso. No cuenta con la ayuda del gobierno, a diferencia de Alemania o Francia, con ayudas multimillonarias.
Ahora, Pedro y Pablo, desgraciadamente no tan graciosos como
Los Picapiedra, quieren que Europa les dé el dinero gratis, y mejor aún, sin ningún
tipo de condición. Los países del norte no solo han complido con los objetivos
de déficit, sino que han aprovechado los años de bonanza para desendeudare.
Nosotros hemos despilfarrado el dinero, y ahora les pedimos más, gratis y por
la cara.
España necesita, según las estimaciones más optimistas, entre 300.000 millones y 400.000 millones extra, lo que subirá la deuda pública al 115% del PIB, y nos situaremos al borde del rescate. Que viendo nuestros dirigentes, es lo mejor que nos puede pasar. Que nos gobiernen tecnócratas que sean capaces de limpiar toda la industria política de la que está plagada nuestro país, con escaso o nulo valor añadido.
¡Nos llevamos las manos a la cabeza, porque no quieren darnos dinero sin condiciones!¿Acaso ustedes le darían dinero a su amigo que ha vivido por encima de sus posibilidades, mientras usted ahorraba ciñéndose a su ingresos reales? Y digo dar, no prestar.
¿Qué pensara un contribuyente alemán cuando allí la pensión publica supone de media el 40% del ultimo sueldo, por el 80% del pensionista español?, ¿Qué dirán de las prejubilaciones?, ¿Del ingente gasto político?, y ahora una paga vitalicia, no por el COVID, que lo veo bien para ciertas familias, sino a perpetuidad.
Los mensajes que les enviamos a Europa son los siguientes.
Denme dinero gratis y me lo gastare en personas para que se rasquen la barriga,
en pensiones más altas que la de sus ciudadanos, chiringuitos de todo tipo, incrementar la industria política, y por supuesto, no pienso devolverles
nada, ni hacer ajustes de ningún tipo.
Alejandro Sánchez de Ibargüen