Voy a lanzar un mensaje que muchos catalogaran como pesimista, o agorero, pero realmente es lo que pienso. Ya hemos comentado en anteriores entradas, como la deuda de muchos de los estados es insostenible, y como gracias al Banco Central Europeo, en el caso de España, estos países pueden seguir emitiendo deuda, e incluso cobrar por ellas.
No sé qué ocurrirá cuando dependamos de un mercado real,
y no distorsionado como en el que nos encontramos ahora mismo. Realmente me lo imagino,
los intereses se dispararán, la prima de riesgo que tanto aparecía en nuestros
telediarios, volverá a salir en los noticieros, y esta vez no podemos seguir
emitiendo deuda como hasta ahora. Si en estos momentos, los intereses ya
suponen para el estado, un coste anual superior a los 30.000 millones de Euros,
y eso que mucha deuda nueva se emite con intereses negativos, imaginen el
desastre, en una situación normal.
Tengan en cuenta que el pago de intereses, supone la
tercera partida con más gastos en los presupuestos del estado. ¿Qué
ocurrirá cuando el estado tenga que hacer frente por ejemplo a las pensiones?
Los gastos de éstas, se estiman que supondrán para el estado unos 15.000
millones de Euros/mes en los próximos años. Para más inri, nos encontramos con una
pirámide de la población invertida. Hay más viejos que jóvenes. Con todo este coctel,
ya imaginan lo que pasará…simplemente no habrá dinero para asumir las pensiones.
La deuda del Reino de España es del 100% sobre el PIB, pero
si le sumamos la deuda de las comunidades autónomas y de empresas públicas, la
deuda sobre el PIB sería superior al 140% del PIB. El peso del gasto público en
España supone ya más del 40%. Piense, seguro que un porcentaje muy alto de
sus conocidos trabaja para el estado, y no necesariamente hablo de
funcionarios. El problema, y aunque suene duro, es que el estado español se
encuentra en bancarrota técnica, y no existe reacción por parte de los
gobiernos.

Esta empresa de calificación, estima que a menos que las
partidas de sanidad y de pensiones sean recortadas, el gasto de estas podría
incrementarse hasta en un 25%, con respecto a los gastos actuales. A menos que
se ponga remedio hoy, el sistema público de sanidad y de pensiones están en
peligro, y con medidas populistas de muchos partidos de la izquierda,
conseguirán lo que le achacan a la derecha, la finalizacion del estado del bienestar.
Por
mucho que gobiernos progresistas, intenten acorralar al contribuyente
medio, mediante nuevos impuestos para incrementar ingresos, lo que realmente
hace falta es disminuir el gasto público. Debería de hacerse una reducción
drástica de gastos superfluos, así como reducción de la administración,
eliminación de diputaciones y un largo etcétera.
Viendo los números, nuestro país no se puede permitir
financieramente hablando tener tanta administración. El futuro del país está
comprometido, y visto lo visto, no parece que haya solución al problema.
Alejandro Sánchez de Ibargüen
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