martes, 28 de abril de 2020

Cambios en el patrón de consumo

Estamos ante una crisis sin precedentes. En un primer momento se trató de una crisis de oferta, ya que faltaban productos en nuestro mercado, debido en gran parte a que dependemos de la industria extranjera, y a la avalancha de compras que hubo en los primeros días, que provocó que muchos productores no pudieran satisfacer toda la demanda.

Desde los años 80 se ha llevado a cabo una desindustrialización, que ha provocado que dependamos de mercados exteriores. ¿Para que producir en la Unión Europea si se puede producir mas barato y con regulaciones mas laxas en otros países?

Luego sufrimos una crisis de demanda. Debido al confinamiento, los ciudadanos han dejado de consumir muchos productos y servicios provocando el cierre parcial y total de muchas empresas.

Hemos visto cambios en la conducta del consumidor. En mi casa por ejemplo, se ha consumido en este mes más harina, que en el último año entero. Esto se ha debido a que muchas veces hacemos nosotros mismo el pan. No obstante, este comportamiento en principio será puntual, y cuando se vuelva a poder comprar sin riesgo, este comportamiento debería de terminar. La gran pregunta es, ¿Qué cambiará a partir ahora?

Comencemos con los productos típicos del supermercado. Tengo bastante claro, que los productos premium disminuirán. Se volverá a comprar el producto cuyo precio sea más bajo, algo parecido a lo que ocurrió en la crisis el 2008. Sin embargo, ahora la marca blanca o de distribuidor, también comercializaba productos con alto valor añadido. Ellos también se verán perjudicados ahora.

Hay mucha gente que opina y piensa, que el consumo de los restaurantes se ha trasladado a los hogares, y esta afirmación es completamente errónea. Hay muchos productos que no se consumen en los hogares, o no en la misma proporción. Me comentaba un amigo, que el consumo de la bodega en la que trabajaba, se habia desplomado. Sin embargo, los estantes de vinos de 3 y 4 Euros están vacios. Se consume vino, incluso más que antes, pero el de las referencias mas baratas.

Otro amigo, en este caso ganadero, me comunicaba su preocupación por el desplome del precio del cordero, actualmente casi se regala, o el de la ternera, cuyo precio también ha bajado considerablemente. Ni que decir tiene, que ahora mismo se puede encontrar marisco y pescados, a un precio difícilmente imaginable. Al ser productos frescos que se consumian mayoritariamente en restaurantes, ahora los vendedores tienen que bajar los precos para que no se les pudra.Ya saben, si pueden aprovechen esta oportunidad. No todo va a ser negativo. 


¿Y el comercio electrónico? El E-Commerce saldrá muy reforzado de esta crisis. El consumo online se incrementará masivamente, subiendo varios peldaños en el % que supone, sobre los consumos en tiendas fisicas. Personas que hasta ahora desconfiaban de este medio para realizar transacciones se han visto obligados a funcionar a través de Internet. Si su experiencia ha sido positiva estoy convencido de que repetirán. Por tanto, se incrementará el número de consumidores digitales.

Pero, no solo cambiarán los productos que se compran, también el lugar. Creo, que variará el patrón de consumo en tiendas físicas. En esta crisis, estamos asistiendo como la gente está volviendo a consumir en las tiendas de proximidad, más que en los hipermercados. Grandes tiendas como los Carrefour o Alcampo, parece que irán a menos.

Otro de los cambios que esta ya ocurriendo, es el consumo de los bienes locales y nacionales. En Francia por ejemplo, se está incentivando el consumo de productos nacionales. Es lógico, ¿Por qué comprar productos extranjeros, cuando los de mi tierra son mejores? Si ayudo a mis conciudadanos, estos incrementaran su producción, y necesitaran más persona, más trabajas, etc. Es una rueda, que cada vez que da una vuelta, favorece más y más a nuestro entorno.

Y hablando de producciones. Otro cambio en ciernes provendrá de las fábricas. Teniendo en cuenta que en esta crisis, gran parte del problema proviene del contacto con humanos, no tengo dudas de que la digitalización y la automatización de las fábricas se acelerará, sustituyendo más rápido de lo que ya se estaba haciendo, a personas por máquinas.

El sector terciario, y mas concretamente el del ocio, verán reducidos sus ingresos. Normalmente los servicios que prestan estan diseñados para mucha gente o para grupos. Servicios premium e individualizados, si podrán tener un mayor recorrido. Especialmente afectado se verá el turismo, aunque ya hay campañas para revitalizar el turismo nacional, solo con turismo patrio, se antoja del todo insuficiente.

En el otro lado de la balanza, los productos de salud se verán beneficiados. Este confinamiento está haciendo que las personas tomen medidas de higiene y salud, que nunca habrían imaginado que iba a tomar. Indudablemente esto va a cambiar ciertos hábitos.

Estamos ante cambios de patrones que vienen para quedarse. Va a haber un antes y un después, ténganlo claro. Nada volverá a ser lo mismo, por lo que habrá que adaptarse de la mejor manera, a las nuevas circunstancias.

Alejandro Sánchez de Ibargüen

lunes, 13 de abril de 2020

¿Cuando saldremos de la crisis?


Probablemente estamos ante la crisis más profunda que ha vivido nuestro país en los últimos años. A diferencia de la crisis del 2008, social y económica, esta también trae consigo una crisis sanitaria.

En el plano socioeconómico, estamos viendo cómo ha habido una destrucción de empleo masivo, ya sea a través de los ERTEs, tan criticados por Podemos y el PSOE en su momento, cómo por despidos. A pesar de la nueva ley, fuera de toda lógica empresarial, de prohibir los despidos durante esta crisis, muchas empresas no han tenido más remedio echar el cierre definitivo. Estas son solo las primeras. Estamos ante una avalancha jamás vista. Por si fuera poco, el ahorro también se ha visto muy perjudicado, con una de las mayores caídas en bolsa de los últimos 100 años. Ahora, la cuestión es saber cuándo y cómo saldremos de esta nueva crisis. Prácticamente todos los economistas están de acuerdo en qué hay cuatro escenarios posibles:

El primero de ellos es el de la recuperación en V. Esto significa una caída muy rápida como la que estamos sufriendo. Según esta hipótesis, cuando termine el confinamiento, el consumo, los niveles de empleo, y de salarios volverán al mismo punto en el que estaban antes de esta crisis. Este escenario es casi inviable. Para que hubiese sido posible, la crisis debería de haber durado muy poco tiempo. El parón que está sufriendo la economía, dura ya en exceso, cómo para plantear una recuperación tan vertical.

La segunda hipótesis que se maneja es la de una recuperación en U. Esto significa que después de la hecatombe, tendremos un periodo de crisis relativamente corto, de unos 6 meses de duración, por lo que a principios de 2021 ya estaríamos saliendo de la misma. Para que esta recuperación tenga lugar, es necesario que la banca de crédito a las empresas, que las expectativas de los consumidores sean altas, así como la confianza de los empresarios. Es fundamental que nuestro gobierno empiece a cuidar, o más bien, a no seguir machacando a las empresas y finalmente que dé seguridad al ciudadano. Para ello, deben de dejar de hacer leyes contradictorias, que minan la confianza en nuestro poder legislativo. En caso contrario, tampoco saldremos de esta crisis en un tiempo relativamente corto. Tal y como están las cosas este es el escenario más positivo que no podemos encontrar.

La tercera alternativa es una recuperación en W. Esta situación plantea, que cuando empecemos a recuperarnos, nos volveríamos a enfrentar al coronavirus, posiblemente a finales del año 2020 y principios de 2021, por lo que volveríamos a sufrir una fuerte recesión, para finalmente salir la misma. Este escenario es muy peligroso, ya que miraría la confianza de los consumidores, aumentaría la morosidad, por lo que los bancos se verían gravemente afectados, y la capacidad de estos para dar crédito, mermada. Esta situación nos haría estar estancados durante muchos años.

Finalmente, tenemos el escenario de la L. En este escenario después de la caída que estamos sufriendo, no habría recuperación, sino que estaríamos durante un periodo de tiempo muy largo en la crisis. La duración de esta depresión, se podría extender incluso toda la década. Algo parecido a lo que sucedió en el año 2008. A pesar de que yo mantengo, que realmente nunca salimos de la crisis. 


En todo caso, es innegable que en los últimos años hemos tenido grandes crecimientos, y no hemos aprovechado esa oportunidad para reducir la deuda, sino todo lo contrario, nos hemos ido endeudando cada vez más, debido a políticas populistas por un lado, y poco valientes por el otro. Ahora ya no somos soberanos de nuestro país y serán las instituciones europeas las que decidan en gran medida cómo saldremos de esta crisis. Alemanes y holandeses no están por la labor de seguir prestando dinero a países han preferido gastarlo en políticas de género, por ejemplo.

La Unión Europea está en peligro, y deberá afrontar una crisis que hará temblar sus cimientos. Los euroescépticos son cada vez más numerosos, así como los partidarios de que termine de forma abrupta este invento de la globalización, que nos ha hecho más pobres, y más endeudados. Y es que querido lector, usted debía al Estado, la nada desdeñable cantidad de 25.500€, y esto fue antes de la crisis. Llegan borrascas.

Alejandro Sánchez de Ibargüen

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