¿Estan nuestros ahorros a salvo?

Pocas horas después de que Chipre haya pedido el rescate, que por ahora está todo en el aire debido al rechazo de los políticos chipriotas por las condiciones tan malas, sobre todo la del "impuesto revolucionario" sobre los depósitos viene nuestro ministro Luis de Guindos a intentar poner calma en este último punto. Cito en lo referente a los depósitos "son sagrados".  

En principio, los depósitos de hasta 100.000 Euros los garantizará el estado en caso de quiebra del banco. No se trata de una medida que se haya tomado solo en España, sino también en la mayoría de los países Europeos. A priori puede parecer algo positivo y que refuerza la confianza del consumidor en este tipo de productos, que aunque tienen una rentabilidad bastante baja, es cierto que el riesgo de pérdidas no existe o es muy poco (quiebra de su banco y que sus ahorros sean superiores a 100.000 Euros).  Esto es lo que nos venden desde las entidades financieras y políticos en general.

Me reafirmo en lo que digo en el anterior párrafo basándome en dos puntos. El primero es que Chipre supuestamente tenía esta garantía y visto lo visto no se ha respetado, es más se ha intentado atacar  directamente a los ahorradores. No es que Chipre sea un país subdesarrollada, sino que forma parte de la unión Europea, aunque nuestro ministro Luis de Guindos afirmase "lo de Chipre no pasará en Europa". Claramente no sabe quienes son por ahora nuestros socios europeos, o al menos por ahora.

Lo segundo y más hiriente, es que los políticos no paran de hablar del "supuesto" fondo de garantía. ¿Por qué hablo de supuesto? Porque no existe dinero material para poder hacer frente a todos esos pagos en los que debería de incurrir el estado.

Aún así pienso que los depósitos son uno de los activos financieros más seguros que existe del mercado, aunque me gustaría destacar que aunque el riesgo de pérdida es pequeño ese riesgo existe. No creamos que invirtiendo en un depósito somos ajenos a todas la turbulencias que sufren los mercados financieros. ¿Meter el dinero debajo del colchón? No sería mala idea, pero existe ese pequeño problema llamado inflación.