En esta entrada, voy a contaros una historia real, acerca de como el inmovilismo y no saber
avanzar y mirar hacia el futuro puede costar muy caro, aunque seas líder en un mercado. Veremos, como quedarte estancado y no saber renovar tu empresa, puede costarte muy caro.
Este escrito tratará sobre Kodak,. Como muchos recordarais, a principio del nuevo milenio, era la
empresa de fotografías más importante del mundo, ahora prácticamente ha desaparecido.
Kodak fue fundada a finales del siglo XIX en Nueva York. Se
trataba de una empresa que vendía cámaras de fotos y rollos fotográficos en
blanco y negro. No obstante, el negocio se centraba en el segundo punto. Vendía
cámaras fotográficas de una calidad baja y con poco margen sobre los
beneficios. Las ganancias provenían de revelar las fotos. Aquí era, donde
realmente obtenían margen sobre las ventas.
Ya en los años 60 del siglo XX, apareció la cámara fotografía de color. Kodak había estado invirtiendo en esta tecnología desde
1921, por lo que cuando finalmente fueron capaces de lanzarla, muchos de sus
competidores quedaron en fuera de juego, y desaparecieron del mapa. En la
década de los 70, Kodak tenía el 90% del negocio de las fotografías, y sobre
el 85% en las cámaras en Estados Unidos.
En los años 70, Kodak desarrollo un nuevo producto, una
máquina fotográfica digital. Sin embargo, creyeron que las personas preferirían
el formato físico antes que el formato digital. Pero sobre todo pesó el miedo. Tenían pánico de
que su producto fuera copiado, y perdieran su cuota de mercado. Dejaron
aparcado el proyecto.
En 1981 todo cambio. Sony desarrolló una nueva cámara que
permitía ver las fotos en la televisión, y más tarde, imprimirse si el cliente lo estimaba.
Era el origen de las cámaras digitales. A pesar de que Kodak estaba preparada
para dar el salto a esta nueva era, los directivos, y sus miedos, decidieron seguir con el
mercado tradicional de fotos.
En los años 80, empezaron a aparecer nuevos competidores en
el mercado de la fotografía tradicional, que provocaron que Kodak fuese
perdiendo cuota de mercado. Fuji, gracias a ser el patrocinador oficial de los
juegos olímpicos de 1984 en Los Ángeles, y al lanzamiento de las cámaras de fotos desechables,
alcanzó una cuota de mercado del 20%. El dominio absoluto de Kodak en el mundo
de la fotografía quedaba tocado.
En 1991, Kodak saca una cámara fotográfica digital
profesional, y el Photo CD, que permitía guardar las imágenes en un disco, y
ser vistas en un ordenador o una televisión, en lugar de revelarse. Sin embargo, el alto precio de la máquina y los discos, hizo que Kodak fracasara
estrepitosamente en este producto. Kodak para el año 1993, ya había gastado más
de 5.000 millones de dólares en el desarrollo de la fotografía digital.
Lo peor de todo era que los ingresos y su cuota de mercado, no
paraban de menguar, sobre todo a favor de Fuji. La japonesa, era capaz de vender
un producto muy parecido a un menor precio. En poco tiempo paso de tener una cuota
del 10%, a cerca del 20% a finales de los años noventa.
Con el comienzo del nuevo milenio, apareció un nuevo gigante en
el mercado, Sony. Esta empresa, comenzó a comercializar cámaras digitales,
descargando las imágenes directamente al ordenador. Los consumidores fueron progresivamente
abandonando las máquinas de fotografía tradicional.
Kodak intento adaptarse y sacó numerosas cámaras digitales
al mercado. Para el año 2001, Kodak tenía la segunda cuota de mercado más alta
de EE. UU, solo superado por Sony, con una cuota cercana al 20%. No obstante,
su producto era caro de producir, y peor aún, vendían las cámaras
por debajo de coste de producción. Dicho de otra manera, cada vez que vendían una cámara, perdían dinero. Los directivos estimaron que lo importante era
incrementar su porción del mercado, costase lo que costase.
En el año 2007, su posición en el mercado continuaba menguando. Ya eran la cuarta compañía en número de
ventas, con una cuota del 10%. Fueron superados entre otros, por fabricantes chinos, capaces
de producir cámaras digitales, a unos precios muy inferiores a los de Kodak.
Finalmente, en el año 2012, y tras sacar a subasta varias
patentes para intentar aumentar su liquidez, la centenaria compañía, presentaba
la solicitud de bancarrota.
Nos encontramos ante una empresa, que dominaba completamente
el mercado. Invirtió en tecnología, y consiguió un producto novedoso. Sin embargo,
el temor a que le copiaran ese producto, y perder su mercado tradicional, hizo
que a la larga, la empresa lo pagase muy caro.
Alejandro Sanchez de Ibarguen Moreno
Interesante reflexión. No lo que hoy funciona hoy, lo hará mañana.
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