Me encanta este gobierno, al que muchos denominan de derechas. Si bien el término de derechas está bastante anclado en el pasado, y empieza a ser sustituido por el de liberal, creo que no podría estar más alejado de la realidad.
En lugar de
reducir gasto público, y créanme que se puede recortar mucho, sin tocar la sanidad
y la enseñanza. Nuestro querido ministro socialdemócrata Montoro, grabará un nuevo impuesto a las empresas tecnológicas
por los servicios digitales de las mismas. En vez de atraer empresas de este
tipo, que suelen invertir fuertes cantidades de dinero en I+D, generar valor
añadido, y por supuesto crear muchos puestos de trabajo. Prefieren la estampida de las mismas, para poder sostener
durante dos o tres años algo que es insostenible: las pensiones. ¿Se hacen llamar
liberales, y solo suben los impuestos?
Personalmente
entiendo que un partido es liberal si fomenta la creación de empresas, baja los
impuestos, y disminuye al fin y al cabo el poder de la administración pública. El liberalismo como corriente ideológica, siempre buscará limitar
el poder del Estado, porque desconfía de
su poder sobre los derechos individuales. Nuestro querido gobierno sin embargo, se ha dedicado a seguir aumentando el gasto público e incrementar el peso del estado en la economia.
Hay muchos
que defienden la actuación del gobierno en sus primeros años, ya que estaba
acorralado por la deuda y solo podía subir los impuestos, aun a costa de
sacrificar el consumo interno. Ya saben, si una familia paga más impuestos,
tiene menos dinero disponible para gastar, por lo que no comprara ciertos
bienes que si lo haría con esa renta. Esto provocaría a la postre, un estancamiento del conjunto de la sociedad española, al derrumbarse el consumo interno.
Compremos no obstante “la
moto” del gobierno, y aceptamos que ante la situación desesperada, la única salida era subir los impuestos. Pero los señores de derechas, no solo los subieron, sino que supuso la subida
de impuestos directos e indirectos más grandes en la historia de nuestro país.
Pero es que su afán recaudador parece no tener fin. Se podría haber aprovechado la coyuntura
económica para reducir duplicidades y triplicidades del sector público,
eliminar empresas públicas que no generan ningún valor añadido a la sociedad, y
reducir al fin al cabo el número de bocas agradecidas de TODOS los partidos
políticos. No actuaron como el gobierno liberal que se les presupone, bajando los impuestos, sino
como autenticos socialdemócratas, término por cierto que le gusta acuñar al PSOE.
Este
gobierno socialista, debería de empezar a preocuparse por respetar las
libertades individuales y empresariales. Con este tipo de políticas y leyes
cambiantes, no hacen otra cosa sino crear inseguridad jurídica y general
pobreza a medio plazo. Empiecen a legislar de manera coherente, aunque viendo
los resultados, casi mejor que no hagan nada, porque si lo hacen será para
subirnos de nuevo los impuestos. La pregunta que me hago es ¿Cuando me tocara a mí?
Alejandro Sánchez de Ibargüen