La Feria tampoco se salva

No estoy hablando esta vez de agua ( no sé como estarán las predicciones meteorológicas), hablo de Hacienda, la cual no dejará respirar a los sevillanos en su Feria, y va a perseguir el fraude fiscal dentro del recinto ferial. Debido a que son pocos los impuestos que se pagan tanto de manera indirecta como directa, quieren incrementar el volumen de "negocio" buscando prácticas defraudadoras en la Feria de Sevilla. ¿Cómo lo harán? Pues la agencia tributaria infiltrará durante dos semanas en el recinto una veintena de personas para intentar que todos los clientes así como las casetas cumplan  con todas sus obligaciones fiscales.

 

Es cierto que veo arduo complicado que se pueda conseguir algo, ya que todo aquel que haya estado alguna vez en la feria de Sevilla, sabe que gran parte del dinero que circula por allí es "negro", bien de manera directa, tickets o simplemente apuntando, por lo que el control es casi imposible. De todas formas, el  año pasado después de muchísimos años sin que si hiciese, la agencia tributaria decidió inspeccionar algunas casetas y estas son las palabras textuales  de uno de los inspectores de hacienda “No es que el nivel de fraude encontrado fuera grande, ni siquiera grandísimo, es que era extraordinario”.

Desde el año 2012 se está persiguiendo las prácticas defraudadoras en las principales fiestas nacionales como las fallas, la semana santa, los carnavales de Cádiz o la citada Feria de Sevilla. Lógicamente esto ha provocado gran malestar entre los ciudadanos que ya se han visto "perseguidos" por la justicia, e incluso hay políticos que están en completo desacuerdo con este tipo de medidas como es el caso de la alcaldesa de Valencia Rita Barberá.

Sinceramente,  creo que se trata de una pérdida de tiempo por parte de la administración pública, ya que es muy difícil que pueda aflorar un alto volumen de fraude. Lo veo más como una medida mediática, de cara al público, en el sentido de que se sepa que Hacienda es omnipresente ¿Como Dios?.Fuera de bromas, lo única que realmente pasará es que se causarán numerosas molestias entre las personas que se vean inspeccionadas, siendo la cantidad que se recaude ridícula en comparación a lo que se podría obtener mediante actuaciones normales.