Vayan a Nueva York, visiten Central Park o el Empire State, cada día que pasa es más barato viajar a EE.UU, ¡Corran hacia sus agencias de viajes más cercanas!. Podría ser un anuncio de la agencia de viajes de El Corte Inglés o mejor aún los gerentes de los hoteles de Manhattan se han vuelto
locos y les haya dado por bajar sus precios, esto sería lo ideal, pero la realidad es que el Euro no para de subir con respecto
al Dólar.
¿Qué quiere decir exactamente
esto? Pues que con un Euro te dan actualmente 1,35 Dólares, cuando en verano
esta cifra era de 1,20. Estupendo! pensareis mucho de vosotros, así puedo
comprar ropa americana más barata, un nuevo Ipad o irte una semana a las playas
de California a un precio mucho más asequible.
El problema, es cuando se
produce exactamente la situación contraria
es decir, cuando alguna de nuestras empresas exportadoras tratan de
vender sus productos al extranjero. Al ser cada vez más caros estos, cada vez son
menos competitivos, y eso que los salarios españoles cada vez son más bajos.
Cuando España no pertenecía a la
Unión Europea, los diferentes gobiernos a través del Banco de España "jugaban"
a la devaluación de la Peseta. De esta manera cada vez que necesitábamos aumentar nuestra competitividad, bajábamos el precio de ésta, por lo que cada vez teníamos una Peseta más
débil, que hacía que nuestras importaciones fuesen más caras, pero a la vez se
provocaba un incremento de las exportaciones, al ser los bienes y servicios más
competitivos que el de otros mercados con monedas más fuertes.
Sin embargo desde la entrada en el Euro, ya no
se puede realizar este "juego" ya que no depende de España sino de
Bruselas y más concretamente del Banco Central Europeo. El BCE de lo único que se
ocupa es de que la inflación en Europa no sobrepase el 2% anual, olvidándose
del resto de variables macroeconómicas. No olvidemos de todas formas, que los
países nórdicos (no solo Alemania que parece que está presente en todas
nuestras pesadillas, cuando nos deberíamos mirar más el ombligo nosotros mismos),
tener un Euro fuerte les favorece, al ofrecer productos y servicios que se
valoran mucho por su calidad y prestaciones.
EE.UU a partir de la Reserva
Federal (comparable a nuestro BCE), se
ha encargado en los últimos meses de bajar de manera desesperada el
precio del Dólar, para intentar hacer su industria más competitiva. Si observamos sólo unos meses atrás, en verano de 2012 se llegó al precio de 1,20
Dólares por Euro, el mínimo de los últimos años. En este periodo las empresas españolas sufrieron un
crecimiento en sus exportaciones, lo que les ha permitido a muchas de ellas mantenerse
a flote en el pasado verano. Lamentablemente desde ese momento el Euro no ha
parado de subir, revaluándose un 18%.
Si miramos por ejemplo a Japón,
nos encontramos que su política va encaminada en tener también su moneda baja.
En lo que va de año el Yen ya se ha devaluado con respecto al Euro en un 7,5%.
China sigue haciendo lo posible para que el Yuan se mantenga lo más bajo
posible. ¿Quién compraría productos chinos si estos fuesen más caros?
Parece ser que hemos entrado en
una guerra de divisas, en el cual todos los países insisten en devaluar lo más
posible sus respectivas monedas, algo que de momento en la Unión Europea ni se
plantea. Esto permitirá comprar bienes del exterior a precios más reducidos así
como una drástica reducción en nuestras exportaciones. Son cada vez mayor el
número de empresas que intentan un
proceso de externalización, observando el claro declive en el mercado interno
español y al fin al cabo sobrevivir, aunque con estas medidas, o más bien la
ausencia de ellas, se lo pondrán incluso más difícil.
Alejandro! me alegra saber de ti a través del blog. Ya que estoy aquí, dejo mi comentario sobre el tema:
ResponderEliminarMi opinión es que las empresas españolas deben vender su producto en el exterior atendiendo más a la diferenciación que a la guerra de precios. Creo que tenemos capacidad y recursos para ello.
A la larga, esta situación nos hará más fuertes y competitivos.
Cierto es que en algunos productos no cabe diferenciarse más que por el precio (commodities), pero se debe aprovechar esto para el consumo interno y hacer de los commodities una trasnformación hacia un producto con valor añadido, con el que sí diferenciarnos (ej. sencillo: en vez de vender el trigo a EEUU, hacer pan y venderlo a EEUU).
El aumento de las exportaciones por la vía de la devaluación monetaria es una solución cortoplacista (muy necesaria en determinadas situaciones puntuales), pero una politica basada en ello provocaría "relajación" de la industria y los gobiernos en la busqueda la mejora en productividad, calidad e innovación. Se traduce en pobreza futura.
Un abrazo,
y enhorabuena