lunes, 26 de agosto de 2019

ENRON: Enron Oil




Hoy quiero empezar a escribir sobre una de las quiebras empresariales más importantes que han existido en la historia de EE.UU. Además arrastró con ella, a la firma de auditoria Arthur Andersen, en aquel entonces la mas improtante del mundo. Esta entrada va a tratar sobre Enron, una de las diez empresas más grandes de Estados Unidos en los años 90, con una valoración superior a los 70.000 millones de Dólares, más de 21.000 trabajadores, y calificada por la revista Fortune durante seis años, como la empresa americana más innovadora.


Enron nació de la fusión en 1985, de dos empresas de gaseoductos, siendo nombrado CEO Kenneth Lay, un brillante y joven ejecutivo. En aquella época se liberalizó el mercado del Gas Natural, permitiendo a los productores vender directamente al consumidor final sin intermediarios. Sin embargo, el precio del gas se hundió, así como la rentabilidad que daba la instalación de tuberías para conducirlo, el otro negocio de Enron.

Enron se enfrentaba a un problema de dificil solucion, y sus ingresos no paraban de menguar, debido a la continua caida del mercado de gas, su principal negocio. No obstante, una filial llamada Enron Oil, que se encontraba practicamente inactiva, comenzó a obtener unos beneficios descomunales para Enron. Sin emabrgo, aqui ocurre el primer escándalo.

 Enron Oil se trataba en un principio, de una empresa que se constituyó para comercializar petróleo al por mayor. Por aquel entonces ya solo se dedicaba al trading, y sobre todo a la compra de futuros sobre el petróleo. Especulaban con el mercado.


Este tipo de operaciones, como en la bolsa, daría algunas veces beneficios y otras veces perdidas. Sin embargo, dos operadores, llamados Borget y Mastroeni, parecía que siempre ganaban. ¿Cómo lo hacían? Cuando perdían, ocultaban las perdidas mediante una compleja red de cuentas en paraísos fiscales, destruían documentos, y tras muchos movimientos, desviaban parte el dinero, en muchas ocasiones hacia sus propias cuentas personales.
Cuando se empezó a investigar los movimientos, se descubrió que había movimientos recurrentes hacia una cuenta bancaria, que no estaba a nombre de Borget y Mastroeni, ni de Enron. Se trataba de un intermediario libanes, al que le hacían transferencias por cierta información privilegiada. Su nombre: M. Yass. Este intermediario se acabó descubriendo que no existía, y que esa cuenta también era de Borget y Mastroeni. El nombre que le pusieron al “libanés” fue un juego de letras en inglés: mi culo (My ass)

A pesar de ello, y gracias a juegos y estafas contables, consiguieron unos resultados extraordinarios, pero haciendo peligrar el propio futuro de la compañía. Cuando finalmente son descubiertos, el CEO de Enron, Kenneth Lay, decide no despedirles, ya que era la única división de Enron que generaba dinero en aquellos años. No quería matar a la gallina de los huevos de oro. Les prohíbe abrir más cuentas bancarias, pero los anima a que sigan ganando millones para la compañia.

Durante los siguientes meses, la suerte de Borget y Mastroeni cambió. Hicieron inversiones, o mejor dicho apuestas por 1.200 millones de dólares, pero esta vez no les salió bien… Muchas de las operaciones que hicieron eran simuladas y pensadas su enriquecimiento propio. Esto dejó a Enron al borde de la quiebra. Finalmente son despedidos y el segundo de ellos, acabaría entrando en prisión

Kenneth Lay, se había quedado sin su división estrella, pero se dio cuenta que era más fácil ganar dinero mediante instrumentos financieros complejos, que transportando gas. Para ello contrató a Jeff Skilling. Pero esta nueva etapa la contaré en una nueva entrada.

Alejandro Sánchez de Ibargüen

¿Exceso de stock de viviendas en Sevilla?

      En este artículo voy a jugar a ser futurólogo, aunque intentado mediante datos, defender la posición, que menciona el título, y razón ...