Una de las
marcas de Ketchup mas reconocidas del mundo, si no la que más, esta pasando por
graves problemas bursátiles. Uno de sus máximos accionista, cuyo presidente no
es otro que el archiconocido Warren Buffet, el oráculo de Omaha, no imaginaba
que esta inversión le daría quebraderos dolores de cabeza.
Empecemos por el principio. En el año 2013, Berkshire Hathaway, el vehículo inversor del anteriormente citado Warren Buffett, compró junto al fondo de inversión 3G Capital la multinacional Heinz, por unos 28.000 millones de dólares.
Solo dos años después, y con los mismos protagonistas (Buffet y 3G), compran el 51% de otro gigante alimentario, por 40.000 millones de dólares. La empresa adquirida, famosa especialmente por su mayonesa, era Kraft. Los máximos accionistas deciden converger ambas empresas en una sola compañía, y crear la quinta empresa alimentaria más grande del mundo.
Kraft-Heinz, tenia pensado facturar 28.000 millones de dólares anualmente, además de reducir numerosos costes, gracias a las sinergias que se producirían, permitiendo cerrar algunas fábricas. El ahorro se estimaba en 1.500 millones de dólares anuales. La nueva empresa llego a valer cerca de 90.000 millones de dólares.
Y no solo eso, uno de los principales objetivos cuando se realizó la fusión, era la de crecer, sin embargo, no solo no lo ha hecho, sino que además en los últimos resultados hay un descenso del 5%.
El valor en bolsa de la compañía se ha desplomado hasta una valoración de 40.000 millones. Recordemos que solo Kraft antes de converger con Heinz, tenía esta valoración.
Se puede decir, que esta vez le ha fallado la bola de cristal a Warren Buffet ¿Serán los 88 años que soportan sus hombros? Este movimiento accionarial tiene pinta, de que le va a seguir dando dolores de cabeza. Aun así, según la revista Forbes le mantiene como la tercera persona más rica del mundo, solo por detrás de Jeff Bezos y Bill Gates. No es para tanto Warren.
Alejandro Sánchez de Ibargúen Moreno